Las personas con discapacidad son un grupo social que puede acceder a beneficios del Estado. Para poder recibir estos beneficios u otras facilidades, es necesario estar inscrito en el Registro Nacional de Discapacidad, según corresponda. Para ser parte del registro, se debe obtener la certificación de la discapacidad por parte de la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin). Este certificado determina el grado y las limitaciones que tiene una persona en sus actividades diarias. Cualquier persona afectada por una condición de salud que limite su rutina diaria y social puede solicitar el certificado de discapacidad en Chile, independientemente del sistema de salud al que estén afiliados. Se requiere presentar informes médicos y sociales para obtener la certificación. El trámite se realiza en línea a través del sitio web oficial de la Compin, donde se adjuntan los informes necesarios antes mencionados. El certificado será entregado en un plazo máximo de 20 días hábiles y se podrá revisar el estado de la solicitud en la plataforma. Una vez obtenida la certificación, las personas pueden acceder a diversos servicios y beneficios como financiamiento de ayudas técnicas, subsidios para menores de 18 años, becas para estudiantes con discapacidad, entre otros. También podrán hacer uso de estacionamientos exclusivos, obtener rebajas arancelarias para importación vehículos o ayudas técnicas, así como acceder a subsidios habitacionales u otras prestaciones sociales asociadas a su condición.
Las mujeres embarazadas tienen a su disposición una serie de beneficios económicos otorgados por el Estado. Además de los bonos, como la Asignación maternal, también cuentan con la licencia prenatal y el fuero maternal. La Asignación maternal es un aporte mensual que varía entre $2.786 y $14.366, dependiendo de los ingresos de las beneficiarias. Para acceder a este beneficio, las trabajadoras deben tener un sueldo bruto inferior a $719.503 y estar recibiendo algún tipo de subsidio, además de encontrarse en el quinto mes de embarazo. En el caso de ser trabajadora independiente, es necesario emitir boletas de honorarios y estar al día con el pago de cotizaciones previsionales. Si la mujer embarazada es carga del cónyuge, también puede optar por la Asignación maternal si este recibe la Asignación Familiar o algún otro subsidio. Para aquellas mujeres embarazadas que no cotizan en una AFP ni en una institución de salud, existe la opción del Subsidio Familiar (SUF). Sin embargo, para recibirlo no se pueden contar con otros ingresos o derechos similares. Es importante cumplir con ciertos requisitos como estar inscrito en el Registro Social de Hogares (RSH) y pertenecer al 60% más vulnerable de la población. No se debe estar cotizando en un sistema previsional ni en salud para poder acceder al SUF, cuyo monto es de $20.328 por cada carga familiar acreditada o $40.656 en caso de tratarse de una persona con discapacidad. Estos beneficios son fundamentales para apoyar económicamente a las mujeres durante su periodo prenatal y postnatal. Revisa más información aquí.
El Fondo Nacional de Salud (Fonasa) es el sistema público de previsión de salud al que pueden afiliarse trabajadores, jubilados y personas carentes de recursos. Los afiliados a Fonasa tienen acceso a una serie de beneficios, incluyendo la cobertura del plan de salud y descuentos en la compra de medicamentos en farmacias asociadas. Uno de los principales beneficios para los afiliados es el Copago Cero, que otorga gratuidad en las atenciones médicas realizadas en el sistema público de salud. Este beneficio se activa automáticamente para todos los cotizantes, sin necesidad de postular o solicitarlo. Además, el Plan AUGE-GES garantiza la cobertura a 87 patologías a través de Fonasa o Isapre. Esto permite asegurar la atención desde la sospecha diagnóstica hasta el tratamiento y seguimiento. Otro beneficio importante es el Bono Pago Asociado a Diagnóstico (PAD), que permite acceder a distintos paquetes de prestaciones y atenciones en salud pagando un precio fijo conocido. Los afiliados también pueden recibir devoluciones masivas anuales por cotizaciones pagadas en exceso, así como descuentos en más de 6.900 medicamentos gracias a convenios directos entre Fonasa y cadenas farmacéuticas. La Ley Ricarte Soto permite acceder al diagnóstico y tratamiento financiado para 27 enfermedades de alto costo sin importar la situación económica del beneficiario. Además, Fonasa ofrece protección económica mediante licencias médicas, subsidio por incapacidad laboral, préstamos médicos y condonación del pago. La Ley de Urgencias garantiza asistencia inmediata en casos urgentes con riesgo grave para la vida o función física. Ningún establecimiento puede condicionar esta atención a ninguna firma o documento adicional.
Las personas con discapacidad son un grupo social que puede acceder a beneficios del Estado. Para poder recibir estos beneficios u otras facilidades, es necesario estar inscrito en el Registro Nacional de Discapacidad, según corresponda. Para ser parte del registro, se debe obtener la certificación de la discapacidad por parte de la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin). Este certificado determina el grado y las limitaciones que tiene una persona en sus actividades diarias. Cualquier persona afectada por una condición de salud que limite su rutina diaria y social puede solicitar el certificado de discapacidad en Chile, independientemente del sistema de salud al que estén afiliados. Se requiere presentar informes médicos y sociales para obtener la certificación. El trámite se realiza en línea a través del sitio web oficial de la Compin, donde se adjuntan los informes necesarios antes mencionados. El certificado será entregado en un plazo máximo de 20 días hábiles y se podrá revisar el estado de la solicitud en la plataforma. Una vez obtenida la certificación, las personas pueden acceder a diversos servicios y beneficios como financiamiento de ayudas técnicas, subsidios para menores de 18 años, becas para estudiantes con discapacidad, entre otros. También podrán hacer uso de estacionamientos exclusivos, obtener rebajas arancelarias para importación vehículos o ayudas técnicas, así como acceder a subsidios habitacionales u otras prestaciones sociales asociadas a su condición.
Las mujeres embarazadas tienen a su disposición una serie de beneficios económicos otorgados por el Estado. Además de los bonos, como la Asignación maternal, también cuentan con la licencia prenatal y el fuero maternal. La Asignación maternal es un aporte mensual que varía entre $2.786 y $14.366, dependiendo de los ingresos de las beneficiarias. Para acceder a este beneficio, las trabajadoras deben tener un sueldo bruto inferior a $719.503 y estar recibiendo algún tipo de subsidio, además de encontrarse en el quinto mes de embarazo. En el caso de ser trabajadora independiente, es necesario emitir boletas de honorarios y estar al día con el pago de cotizaciones previsionales. Si la mujer embarazada es carga del cónyuge, también puede optar por la Asignación maternal si este recibe la Asignación Familiar o algún otro subsidio. Para aquellas mujeres embarazadas que no cotizan en una AFP ni en una institución de salud, existe la opción del Subsidio Familiar (SUF). Sin embargo, para recibirlo no se pueden contar con otros ingresos o derechos similares. Es importante cumplir con ciertos requisitos como estar inscrito en el Registro Social de Hogares (RSH) y pertenecer al 60% más vulnerable de la población. No se debe estar cotizando en un sistema previsional ni en salud para poder acceder al SUF, cuyo monto es de $20.328 por cada carga familiar acreditada o $40.656 en caso de tratarse de una persona con discapacidad. Estos beneficios son fundamentales para apoyar económicamente a las mujeres durante su periodo prenatal y postnatal. Revisa más información aquí.
El Fondo Nacional de Salud (Fonasa) es el sistema público de previsión de salud al que pueden afiliarse trabajadores, jubilados y personas carentes de recursos. Los afiliados a Fonasa tienen acceso a una serie de beneficios, incluyendo la cobertura del plan de salud y descuentos en la compra de medicamentos en farmacias asociadas. Uno de los principales beneficios para los afiliados es el Copago Cero, que otorga gratuidad en las atenciones médicas realizadas en el sistema público de salud. Este beneficio se activa automáticamente para todos los cotizantes, sin necesidad de postular o solicitarlo. Además, el Plan AUGE-GES garantiza la cobertura a 87 patologías a través de Fonasa o Isapre. Esto permite asegurar la atención desde la sospecha diagnóstica hasta el tratamiento y seguimiento. Otro beneficio importante es el Bono Pago Asociado a Diagnóstico (PAD), que permite acceder a distintos paquetes de prestaciones y atenciones en salud pagando un precio fijo conocido. Los afiliados también pueden recibir devoluciones masivas anuales por cotizaciones pagadas en exceso, así como descuentos en más de 6.900 medicamentos gracias a convenios directos entre Fonasa y cadenas farmacéuticas. La Ley Ricarte Soto permite acceder al diagnóstico y tratamiento financiado para 27 enfermedades de alto costo sin importar la situación económica del beneficiario. Además, Fonasa ofrece protección económica mediante licencias médicas, subsidio por incapacidad laboral, préstamos médicos y condonación del pago. La Ley de Urgencias garantiza asistencia inmediata en casos urgentes con riesgo grave para la vida o función física. Ningún establecimiento puede condicionar esta atención a ninguna firma o documento adicional.