La Ministra de Salud, Ximena Aguilera, aseguró en una entrevista con Cooperativa que la ley corta de isapres no implica un perdonazo para las aseguradoras privadas, ya que la deuda está completamente establecida y existen diversas opciones para reembolsar el dinero a los usuarios afectados. La ministra explicó que la propuesta busca proporcionar estabilidad al sistema y evitar quiebras masivas, exigiendo a la industria mejorar la eficiencia y proponer reducciones de costos. A cambio, se les otorga la posibilidad de un aumento excepcional, limitado, y se implementan mecanismos para un pago más eficiente.Respecto al retiro de utilidades, Aguilera enfatizó que las aseguradoras no podrán hacerlo mientras mantengan deudas con los usuarios a los que cobraron en exceso. Esto se extiende hasta que liquiden completamente sus deudas y presenten los documentos correspondientes a la Superintendencia. Se incentiva a las aseguradoras a establecer mecanismos para adelantar los pagos, como el pago en efectivo y bonos, para reducir la deuda y poder retirar utilidades.
Desde el año 2020, las Isapres han estado perdiendo afiliados de manera constante. Sin embargo, el año 2023 fue excepcional, marcando varios récords nunca antes vistos. Según las cifras reportadas por la Superintendencia de Salud en su sitio web, al finalizar el año pasado, el sistema registró una disminución de 360.876 beneficiarios, la mayor fuga registrada en más de dos décadas según los registros del regulador que datan desde 1996. La salida de afiliados de las Isapres no ha cesado este año, aunque las bajas se han venido desacelerando en comparación con 2023. Mientras que en el primer trimestre del año pasado las aseguradoras de salud privada perdieron 127,000 afiliados, en el primer trimestre de este año la caída fue de 47,000 beneficiarios. En marzo, el sistema totalizó 2.668.304 afiliados, su nivel más bajo desde diciembre de 2009, lo que representó una caída del 9,5% en doce meses, y un retroceso del 1,7% con respecto al total de beneficiarios que había al cierre de 2023. Esta tendencia de pérdida de beneficiarios se ha mantenido durante 50 meses, ya que desde febrero de 2020 solo se han registrado disminuciones interanuales de afiliados en las Isapres, completando así cuatro años con la misma dirección. Además, ha habido 26 meses consecutivos de descensos mensuales, desde enero de 2022.En 2023, salieron más del doble de beneficiarios que en 2022, con un total de 534.251 personas abandonando el sistema de Isapres abiertas en esos dos años. Desde diciembre de 2019 hasta la fecha, considerando la continua pérdida de afiliados por parte de las aseguradoras privadas, han salido 677.208 personas del sistema.Las Isapres enfrentan la mayor crisis de su historia. Después de dos años de pérdidas, las aseguradoras comenzaron a registrar ganancias en 2023, pero señalan que esta tendencia se ha revertido este año, ya que se produjo una disminución repentina del 12% en sus ingresos debido a la anulación de los aumentos en el precio del GES que habían implementado en octubre de 2022, según lo ordenado por la Corte Suprema. Además, están a la espera de ver cómo se implementa otro fallo del máximo tribunal: el de la tabla de factores, que según el gobierno, implicará devoluciones superiores a los US$1,000 millones. Todo esto ha tenido diversos efectos en el sistema, como una disminución en la atención a los afiliados en muchos casos. Sumado a la situación económica por la que atraviesan las familias y al aumento de los planes de las Isapres, por motivos como el aumento del precio GES que se implementó en octubre de 2022 y que recién ahora se revirtió, ha generado una migración desde las Isapres hacia Fonasa. De hecho, Fonasa terminó 2023 con un total de 16.229.898 afiliados. Durante el año pasado, se sumaron 616.320 personas al asegurador público, donde más de la mitad de los nuevos afiliados provinieron de las Isapres, con un total de 344.374 personas.Las Isapres atribuyen directamente la fuga de afiliados a la deteriorada situación económica del país y estiman que, como ha ocurrido en episodios similares previos, una vez que mejore la situación económica, estas cifras de desafiliación se revertirán. Según la Encuesta Nacional de Salud 2023 realizada por la Universidad Andrés Bello en conjunto con Ipsos, el 67% de los encuestados que cambiaron de Isapres a Fonasa lo hicieron por motivos económicos o laborales. Un 41% mencionó el elevado costo del plan de Isapre, mientras que un 22% citó su situación laboral y económica como razón para el cambio, y un 4% mencionó el riesgo de perder el trabajo y no tener opción de seguir pagando.Por otro lado, solo un 7% de los encuestados dijo que se cambió por apoyo al sistema público de salud, mientras que un 6% lo hizo porque el pago del 7%, más la contratación de un seguro complementario en Fonasa, resultaba una solución de cobertura financiera razonable. La misma encuesta mostró que aquellos que cambiaron de Fonasa a Isapres lo hicieron principalmente buscando mejores servicios y tiempos de espera más cortos. El 71% mencionó este motivo, con un 24% que quería acceder a mejores centros de salud, otro 24% que deseaba evitar largas esperas para recibir atención médica, un 23% que buscaba acceder a mejores profesionales, y un 4% que mencionó la despersonalización y el maltrato en la atención del sistema público de salud.
La Ministra de Salud, Ximena Aguilera, aseguró en una entrevista con Cooperativa que la ley corta de isapres no implica un perdonazo para las aseguradoras privadas, ya que la deuda está completamente establecida y existen diversas opciones para reembolsar el dinero a los usuarios afectados. La ministra explicó que la propuesta busca proporcionar estabilidad al sistema y evitar quiebras masivas, exigiendo a la industria mejorar la eficiencia y proponer reducciones de costos. A cambio, se les otorga la posibilidad de un aumento excepcional, limitado, y se implementan mecanismos para un pago más eficiente.Respecto al retiro de utilidades, Aguilera enfatizó que las aseguradoras no podrán hacerlo mientras mantengan deudas con los usuarios a los que cobraron en exceso. Esto se extiende hasta que liquiden completamente sus deudas y presenten los documentos correspondientes a la Superintendencia. Se incentiva a las aseguradoras a establecer mecanismos para adelantar los pagos, como el pago en efectivo y bonos, para reducir la deuda y poder retirar utilidades.
Desde el año 2020, las Isapres han estado perdiendo afiliados de manera constante. Sin embargo, el año 2023 fue excepcional, marcando varios récords nunca antes vistos. Según las cifras reportadas por la Superintendencia de Salud en su sitio web, al finalizar el año pasado, el sistema registró una disminución de 360.876 beneficiarios, la mayor fuga registrada en más de dos décadas según los registros del regulador que datan desde 1996. La salida de afiliados de las Isapres no ha cesado este año, aunque las bajas se han venido desacelerando en comparación con 2023. Mientras que en el primer trimestre del año pasado las aseguradoras de salud privada perdieron 127,000 afiliados, en el primer trimestre de este año la caída fue de 47,000 beneficiarios. En marzo, el sistema totalizó 2.668.304 afiliados, su nivel más bajo desde diciembre de 2009, lo que representó una caída del 9,5% en doce meses, y un retroceso del 1,7% con respecto al total de beneficiarios que había al cierre de 2023. Esta tendencia de pérdida de beneficiarios se ha mantenido durante 50 meses, ya que desde febrero de 2020 solo se han registrado disminuciones interanuales de afiliados en las Isapres, completando así cuatro años con la misma dirección. Además, ha habido 26 meses consecutivos de descensos mensuales, desde enero de 2022.En 2023, salieron más del doble de beneficiarios que en 2022, con un total de 534.251 personas abandonando el sistema de Isapres abiertas en esos dos años. Desde diciembre de 2019 hasta la fecha, considerando la continua pérdida de afiliados por parte de las aseguradoras privadas, han salido 677.208 personas del sistema.Las Isapres enfrentan la mayor crisis de su historia. Después de dos años de pérdidas, las aseguradoras comenzaron a registrar ganancias en 2023, pero señalan que esta tendencia se ha revertido este año, ya que se produjo una disminución repentina del 12% en sus ingresos debido a la anulación de los aumentos en el precio del GES que habían implementado en octubre de 2022, según lo ordenado por la Corte Suprema. Además, están a la espera de ver cómo se implementa otro fallo del máximo tribunal: el de la tabla de factores, que según el gobierno, implicará devoluciones superiores a los US$1,000 millones. Todo esto ha tenido diversos efectos en el sistema, como una disminución en la atención a los afiliados en muchos casos. Sumado a la situación económica por la que atraviesan las familias y al aumento de los planes de las Isapres, por motivos como el aumento del precio GES que se implementó en octubre de 2022 y que recién ahora se revirtió, ha generado una migración desde las Isapres hacia Fonasa. De hecho, Fonasa terminó 2023 con un total de 16.229.898 afiliados. Durante el año pasado, se sumaron 616.320 personas al asegurador público, donde más de la mitad de los nuevos afiliados provinieron de las Isapres, con un total de 344.374 personas.Las Isapres atribuyen directamente la fuga de afiliados a la deteriorada situación económica del país y estiman que, como ha ocurrido en episodios similares previos, una vez que mejore la situación económica, estas cifras de desafiliación se revertirán. Según la Encuesta Nacional de Salud 2023 realizada por la Universidad Andrés Bello en conjunto con Ipsos, el 67% de los encuestados que cambiaron de Isapres a Fonasa lo hicieron por motivos económicos o laborales. Un 41% mencionó el elevado costo del plan de Isapre, mientras que un 22% citó su situación laboral y económica como razón para el cambio, y un 4% mencionó el riesgo de perder el trabajo y no tener opción de seguir pagando.Por otro lado, solo un 7% de los encuestados dijo que se cambió por apoyo al sistema público de salud, mientras que un 6% lo hizo porque el pago del 7%, más la contratación de un seguro complementario en Fonasa, resultaba una solución de cobertura financiera razonable. La misma encuesta mostró que aquellos que cambiaron de Fonasa a Isapres lo hicieron principalmente buscando mejores servicios y tiempos de espera más cortos. El 71% mencionó este motivo, con un 24% que quería acceder a mejores centros de salud, otro 24% que deseaba evitar largas esperas para recibir atención médica, un 23% que buscaba acceder a mejores profesionales, y un 4% que mencionó la despersonalización y el maltrato en la atención del sistema público de salud.