Un médico británico fue declarado culpable por intento de homicidio contra la pareja de su madre, con el objetivo de dejarlo fuera de la herencia. Thomas Kwan, de 53 años, se disfrazó de enfermero y le aplicó una vacuna falsa a Patrick O'Hara, que en realidad contenía veneno. Inicialmente, Kwan negó las acusaciones en su contra, pero cambió su declaración después de que los fiscales presentaron pruebas contundentes en su contra en el Tribunal de la Corona de Newcastle, en el noreste de Inglaterra. El fiscal Thomas Makepeace detalló que en enero pasado, Kwan falsificó documentación y se disfrazó con ropa protectora para visitar la casa donde vivía O'Hara con su madre. Se hizo pasar por un enfermero comunitario e incluso tomó la presión arterial de su propia madre antes de aplicarle una supuesta vacuna del coronavirus a la víctima. Al día siguiente, O'Hara desarrolló una fascitis necrosante debido al veneno presente en la vacuna falsa. Los médicos tuvieron que amputar parte del brazo para detener la infección y O'Hara pasó varias semanas hospitalizado. Kwan pudo ser identificado gracias a las cámaras de seguridad del sector y durante un registro policial encontraron productos químicos potencialmente peligrosos en su casa. El fiscal explicó que el motivo detrás del intento homicida fue el deseo del acusado por cambiar el testamento de su madre para asegurar que él heredara la casa familiar. Por este crimen atroz, Thomas Kwan enfrenta hasta 20 años tras las rejas.
Un médico británico fue declarado culpable por intento de homicidio contra la pareja de su madre, con el objetivo de dejarlo fuera de la herencia. Thomas Kwan, de 53 años, se disfrazó de enfermero y le aplicó una vacuna falsa a Patrick O'Hara, que en realidad contenía veneno. Inicialmente, Kwan negó las acusaciones en su contra, pero cambió su declaración después de que los fiscales presentaron pruebas contundentes en su contra en el Tribunal de la Corona de Newcastle, en el noreste de Inglaterra. El fiscal Thomas Makepeace detalló que en enero pasado, Kwan falsificó documentación y se disfrazó con ropa protectora para visitar la casa donde vivía O'Hara con su madre. Se hizo pasar por un enfermero comunitario e incluso tomó la presión arterial de su propia madre antes de aplicarle una supuesta vacuna del coronavirus a la víctima. Al día siguiente, O'Hara desarrolló una fascitis necrosante debido al veneno presente en la vacuna falsa. Los médicos tuvieron que amputar parte del brazo para detener la infección y O'Hara pasó varias semanas hospitalizado. Kwan pudo ser identificado gracias a las cámaras de seguridad del sector y durante un registro policial encontraron productos químicos potencialmente peligrosos en su casa. El fiscal explicó que el motivo detrás del intento homicida fue el deseo del acusado por cambiar el testamento de su madre para asegurar que él heredara la casa familiar. Por este crimen atroz, Thomas Kwan enfrenta hasta 20 años tras las rejas.